Emma tiene 17 años, es muy guapa y lista, es alta y
delgada, su pelo es marrón y sus ojos azules. Es muy estudiosa y tranquila.
Te voy a contar su triste historia.
Todo comenzó cuando era pequeña, su padre era
drogadicto y abusaba mucho de ellas.
Cuando Emma tenía 5 años, sus padres empezaron a
discutir. Un día se escuchó un ruido y su madre estaba llorando y sangrando. Su
padre había maltratado a su madre.
Al cabo de unas semanas fueron a un juzgado, su
madre contó lo ocurrido y le enseñó las marcas de haberle pegado. Su padre se
fue a prisión seis años.
En esos años Emma creció, se graduó en el colegio,
estaba en 4º de ESO y empezó a volver a casa sola. Sacaba las mejores notas y
tenía un novio que se llamaba Francis.
Cuando su padre salió de la cárcel se convirtió en
un hombre normal, pero aún así su madre tenía miedo, no de que le pegara a
ella, sino a Emma.
Un día, saliendo del instituto, se le apareció el
padre y tuvieron una agradable conversación. El padre se arrepintió de haber
pegado a su madre y quería perdonarla en persona.
Bueno, después de una gran charla, se fue a su casa
y no le dijo nada de lo ocurrido a su madre. Sucedió así todos los días,
encontrarse con su padre tras el instituto. Se lo pasaban genial.
Pero un día su madre se enteró, porque Emma se lo
contaba todo a su novio. Se enteró así, a las malas.
La madre, asustada, fue corriendo a buscarla, pero
ya era tarde, Emma estaba tirada en el suelo, ensangrentada y decepcionada.
Había una nota al lado que ponía: “Por tu culpa tu niña Emma está así. No
haberme metido en la cárcel”.
Vinieron policías y ambulancias.
La niña mejoró pero se quedó paralítica del fuerte
golpe, y la madre se quedó traumatizada por lo ocurrido.
Estuvieron buscando al padre y cuando lo
encontraron se había suicidado pegándose un tiro.
Emma se quedó triste, pero todos sus amigos fueron
a consolarla haciéndole cosquillas con las manos y dándole abrazos.
Silvia
Pastor Rodríguez. 6º A
Violencia de
género
Seguro que todos habéis pensado alguna vez que la
violencia de género es mala. Pero pocos habéis reflexionado sobre lo que
podemos hacer para mejorar esta situación, o para mejorar la ayuda a las
personas que nos necesiten en este momento.
¿Por qué utilizar la violencia? ¿Por qué discriminar
a las personas por su género? No sabemos el porque, pero nosotros mismos lo
hacemos.
En el patio de recreo se ve cómo las niñas juegan por
un lado y los niños por otro.
¡No hace falta que seamos amigos, pero por lo menos
compañeros!
No puedo entender cómo se le hace daño a alguien, da
igual que sea hombre o mujer. Todos tenemos los mismos derechos.
No importa el físico sino el carácter, la actitud, la
persona,…
Muchas mujeres han muerto porque hay hombres muy
machistas. Creen que las mujeres sólo pueden limpiar, cocinar y hacer las
tareas del hogar.
Por suerte, hay personas que han logrado derechos
para estas: poder votar, ejercer una profesión,…
Porque somos diferentes por fuera, pero seguimos
siendo iguales por dentro. Las mujeres tienen sentimientos y las mismas capacidades
que un hombre.
¿Por qué hay algunas
que tienen que llevar la cara tapada? ¿Por qué por tener el pelo largo
te impiden hacer unas cosas?
Han muerto 51 mujeres en España en lo que va de año
por violencia de género.
Si cada uno pone un poco de su parte no podríamos
cambiar el mundo, pero podríamos mejorarlo.
Por qué la maltratas si ella no te ha hecho nada.
Por qué le gritas si ella no te gritó.
Por qué la mandas si ella no es un juguete.
Por qué la obligas a hacer algo que no quiere si no te hizo nada.
Ellas no han hecho nada para merecerse eso, así que vamos a
demostrarle al mundo que, con un poquito de paz y amos, podemos hacer que hayan
menos maltratos a las mujeres.
Y todos los hombres que hayan hecho algo así que lo piensen y se
pongan en la piel de ella, así que si alguna vez ves en la calle un hombre
maltratando a una mujer, llama a la policía ya que sabe qué tiene que hacer en
esos casos, o simplemente, cuando estés en el ascensor, páralo y llama a
alguien que pueda ayudar, porque yo creo que hay demasiados casos en el mundo
para que ahora hayan más, cuando tú simplemente puedes ayudar.
La vida es muy larga y todavía tienen muchas cosa que vivir. ¿Se las
vas a estropear haciéndoles eso?
Levantemos nuestras manos en signo de paz y guardemos silencio por
ellas, por unas grandes luchadoras y con valor, que nos han dado una gran
lección.
No hace falta pegar, puedes hablar y aclarar las cosas.