La obra está publicada originalmente en el año 1978 y se compone de 382 páginas, dividida en 21 capítulos, constando cada uno de ellos de un título. El número 11 coincide con el título del libro.
La historia está contada en tercera persona, aunque parte de la crítica coincide en que puede haber parte de la biografía de la autora.
La trama se basa en la trayectoria vital de una familia a lo largo de tres generaciones, y en la que aparecen diversos hechos que acaban en tragedia, aunque toda la vida que refleja está llena de pesadumbre, sufrimiento, temores, prohibiciones,…
Refleja muy bien la organización social de la India, con la separación entre castas; sus costumbres, sus tradiciones, cómo se desarrolla la vida entre sus habitantes.
La separación entre castas es tan brutal que un padre se ofrece a matar a su hijo por haber violado la norma de relaciones entre las mismas.
También recoge bastante bien el papel que juega la mujer en esa sociedad brutalmente machista. La mujer es un simple objeto que el hombre puede usar a su antojo. Incluso personajes que juegan un papel político, como puede ser un dirigente del partida comunista hindú, trata a su mujer con los cánones que les marca la sociedad machista en la que viven.
A varias personas les ha ocurrido que al volver a
leer la obra, después de pasado un tiempo, no recuerdan nada de la misma, a
pesar de la variedad de matices y pequeñas historias que aparecen.
Un hecho a resaltar es lo bien que caracteriza la
autora el envejecimiento de los personajes en el transcurso de la obra.
Valoramos que más que una crítica a la sociedad
hindú, con su cerrazón, su machismo, sus castas,…; la autora hace una
descripción bastante fidedigna de lo que en realidad ocurre en esa sociedad.
La obra es muy visual, uno “ve” lo que la autora
nos va contando.
Para algunos la historia está contada desde la
visión de unos niños, con su candidez, su imaginación,…
Para algunos se podrían eliminar bastantes páginas
y la historia seguiría teniendo la misma validez.
El libro ha gustado y se considera bastante bueno.
“Ahora sólo una cosa importaba. Sabían que eso era
todo lo que podían pedir. Lo único. Siempre. Los dos lo sabían. Incluso luego,
en las trece noches que siguieron a aquella, instintivamente se aferraron a la Pequeñas Cosas. Las Grandes
Cosas siempre quedaban dentro. Sabían que no tenían adónde ir. No tenían nada.
Ningún futuro. Así que se aferraron a las pequeñas cosas.”
El próximo encuentro será el día 16 de diciembre (Día de la Lectura en Andalucía) para comentar el libro "Vidas prometidas" de Guillermo Busutil.
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