martes, 7 de abril de 2015

Libro juvenil abril: El nombre de la rosa



El pasado lunes 6 de Abril disfrutamos en el Club de Lectura Juvenil de Benalmádena Pueblo de una amena tarde de charla hablando sobre El nombre de la rosa, uno de los libros más exitosos de Umberto Eco.                             Umberto Eco cuenta con 83 años de edad. Estudió Filosofía y Letras en Italia, su país natal, y ha escrito varios libros que abordan muchísimos temas diferentes.                             El nombre de la rosa es un libro extenso. Cuenta con numerosas y detalladas descripciones que reflejan hasta el mínimo detalle de cualquier espacio o situación. Esta devoción por trasmitir una imagen perfecta, el amplio vocabulario, la falta diálogos y las frases en latín introducidas en mitad del texto, ha provocado que muchas de nosotras dejemos la lectura. Aparte diferentes nombres propios aparecen asiduamente, tanto de sitios y ciudades como de personas y personajes externos, y todo provoca  una gran confusión. Acabas la página y no sabes qué ha pasado ni quién está hablando de qué.  La novela está dividida por días, los cuales se subdividen en las distintas horas dedicadas al rezo.  Adso, el personaje principal, es el narrador. Tiene una relación muy cercana con Guillermo de Baskerville, un monje muy inteligente que es contratado para averiguar el misterio de ciertos asesinatos que  han sido dados en la abadía. Adso es el pupilo del monje y le acompaña a todos sitios. A veces saca sus propias conclusiones acerca de los sucesos y se aprecia una gran admiración hacia su maestro.
Hemos desmenuzado el libro hasta llegar a diferentes conclusiones. Por un lado nos ha sorprendido la familiaridad y el cariño que hay entre los monjes. Los besos en la boca y el diferente matiz con el que se trata el concepto de “amar”, han sido rasgos eclesiásticos que chocan mucho con la visión que tenemos hoy en día de la Iglesia. También hemos podido entrever ciertas ideas machistas; todos los personajes trascendentales de la obra son hombres y el sexo femenino queda en segundo plano. Sólo aparece cuando el protagonista, Adso, se enamora de una pobre joven. Sin embargo, al estar la obra ambientada en la Edad Media, es totalmente comprensible esta visión sucia y pecaminosa de la mujer.

La obra en general es una crítica hacia todo lo que conlleve el ocio. Reir, por ejemplo. Se defiende la idea de que la risa hace disminuir el miedo, algo muy peligroso para la Iglesia y sus altos cargos. De este y otros temas malignos se trataba el libro prohibido.
Hemos encontrado similitudes entre esta novela y la trilogía de El Señor de los Anillos por las numerosas descripciones, con Los pilares de la Tierra por estar ambientadas en la misma época y tratar sobre los problemas y tabúes de la Iglesia, y con la película La misión, un rodaje que se ambienta en América pero que tiene la misma mentalidad arcaica y cerrada de nuestro libro.

A pesar de que en general  nos ha resultado una obra pesada, nuestras partes favoritas han sido los escasos diálogos sobre la risa, la increíble y maravillosa descripción de la biblioteca y la narración del encuentro entre Adso y la pueblerina, pues la figura de la mujer queda siempre rodeada de una nube de misterio.


                   

El nombre de la rosa se convirtió en película en 1986, cuando la novela alcanzó su esplendor. Refleja tan bien la historia que hemos contado con la presencia de una nueva integrante del grupo que había visto la película sin haber leído el libro, y participó activamente en la charla.

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